Amanecer Advenedizo
Es más de medianoche, y amanece en la pampa de Achala. ¿Amanece? Sí, que en la cumbre de los cerros lejanos esplende, rojo, un halo luminoso, que sube a los cielos, como un leve humo de luz.
Achala se ha llegado hasta el Observatorio, para contemplar mejor, desde su altura, el amanecer precoz. Y ha pasado la noche, de claro en claro, esperando, a oscuras, un sol que no acababa nunca de salir.
Y la mañana vino, alegre, clara, azul, luminosa, y de los cerros lejanos subían sinuosas columnas de humo negro, que sostenían, allá en el horizonte, rosados celajes.
Eran los incendios, que se flagraban, atizados de los vientos, en algún remoto lugar de las Altas Cumbres...