El Burro de las Sierras
El cielo está azul y claro. En el orco molle solitario, están los pájaros, cantando. A la sombra, desatado, se está el burro sufrido y manso, rumiando su quebranto. De pronto, dio un respingo, y su rebuzno trajo una tristeza de día domingo.
Los cantos callaron. Sólo el agua, en el arroyo, con un dulce ruido, está sonando. Anochece… Y el burro se está, muy quedo, rumiando su cansancio.
La luna campea redonda, inmensa, plateada. La albarda, que, blanca como un espectro, pende de una rama, parece el bulto de un reo ahorcado. Allá, en el monte, se inquieta algo...
Y bajo el orco molle solitario, el burro dio un respingo, y su rebuzno trajo una tristeza de día domingo.