El Caracol de Río
Paseando por la ribera, de vuelta del monte de molles, Achala se ha encontrado, algo hundido en la blanca arena, un inmenso caracol. Como cuando niño, lo ha alzado y aplicado a un oído, cerrando, para mejor escuchar, los ojos. De lo más profundo y escondido del intrincado laberinto, sonaba, apenas, un lejano murmullo de agua.
La tarde se ha pasado, rumorosa, luminosa... Y Achala ha vuelto, llevando consigo, encerrado, un ruido de agua de otra ribera, infinitamente repetido...